miércoles, 9 de diciembre de 2009

JESUS EL DE LOS POBRES


Jesús nació pobre; como que nació en un pesebre

rodeado de trabajadores, cuando le llegó la

oportunidad luchó con ejemplos en contra de las

injusticias sociales; en la actualidad las grandes

Multinacionales y los multimillonarios se esfuerzan en

celebrar su cumpleaños y todos lo seguimos,

intentando pasar una fiestas muy felices; pero en el

aniversario del Jesús “EL DE LOS POBRES” morirán de

hambre, aproximadamente 20.000 niños, pero que nadie

deje de pasar unas FELICES FIESTAS NAVIDEÑAS,ya hace

muchos años que está ocurriendo y seguirá ocurriendo,

seguiremos contaminando la Tierra, no los pobres si no

los mas ricos, necesitamos energía para satisfacer

nuestros deseos pero todos tendremos el mismo final.


REFLEXIÓN


Redacción de un amigo que está colaborando con los indígenas amazónicos en el Perú

++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++

LA VENTAJA DE SER POBRES

La calidad de vida y la felicidad no son patrimonio exclusivo de las sociedades opulentas ni de los ricos


No tendrán televisión ni aire acondicionado, pero con seguridad se ríen más y disfrutan más de la vida en muchos aspectos que muchas gentes de las sociedades llamadas "desarrolladas".

No es felicidad todo lo que luce en las clases y sociedades más "acomodadas", pues la soledad y otros males sociales suelen aquejar más a los que más tienen



José Álvarez Alonso


El ser humano es uno de los animales más sociales del planeta. Durante los dos o tres millones de años de su evolución, el Horno sapiens se ha adaptado a vivir en grupos de familias extensas en los que las relaciones sociales estrechas y los vínculos familiares han sido una estrategia esencial de supervivencia. A diferencia de otros muchos animales, que nacen con gran parte o la totalidad del bagaje de conocimientos necesarios para desenvolverse en la vida grabados en sus genes ("comportamiento innato" o "instintivo"), el ser humano aprende la mayor parte de los comportamientos que necesita en el largo proceso de crianza y aprendizaje durante la infancia y la adolescencia.


El hombre, se dice, es un animal social, y es el animal que más tarda en independizarse de la tutela paterna y en reproducirse (salvo excepciones, claro está ... ). Le siguen animales muy evolucionados, como los elefantes, los chimpancés y los delfines. Por eso no se entiende la vida del hombre -ni de estos animales muy "sociables"- en soledad, separado de ese medio ambiente vital que es la familia y el grupo humano. La soledad es una de las situaciones más insoportables e "inhumanas" para el ser humano, valga la redundancia. Ya en la antigüedad se consideraba el destierro en una isla desierta o casi desierta corno uno de los peores suplicios, reservado para los delitos más graves; actualmente la celda de castigo o de aislamiento es considerada el peor castigo dentro de los castigos "permitidos" por la legislación moderna para los internos en la cárcel.




LA MALDICIÓN DE LA SOLEDAD

Uno de los grandes inconvenientes - desventajas, o handicaps, dirían los snobs- de las sociedades modernas, generalmente asociados con el "desarrollo", es el de la creciente soledad que sufren muchas personas, soledad íntimamente vinculada con su pariente, la falta de comunicación. Comienza a expresarse en los barrios de apartamentos de clase media, en los que los vecinos interactúan muy poco unos con otros, y llega a su clímax en las zonas residenciales elegantes -las ciudades "satélite" o suburbs- de muchas ciudades del llamado "primer mundo", donde el modelo de vivienda es una casa cada vez más lujosa, rodeada de jardines cada vez más grandes, y cada vez más lejos de las vecinas

El caso más extremo, quizás, es el de muchos llamados suburbs en Estados Unidos, donde la gente vive totalmente aislada de sus vecinos, a los que frecuentemente ni siquiera conoce aunque vivan años como vecinos, y de su contexto social. He vivido un par de años en Baton Rouge, capital del estado de Louisiana, donde una buena parte de la población es negra, y me impresionó observar lo siguiente: mientras en los barrios de los blancos no se veía jamás a niños jugando, o a personas caminando o conversando en las calles (que de hecho, en muchos barrios de clase media, carecían de veredas), en los barrios negros era frecuente ver a personas sentadas en grupos delante de sus casas, conversando animadamente, y grupos de niños jugando en los patios y jardines. No puedo dejar de comparar también esta realidad con la de los barrios populares de Iquitos, donde cualquier tarde es un auténtico día de fiesta, con la gente sentada en las veredas conversando plácidamente, mirando a los niños o jóvenes jugar vóley o fulbito, timbeando con unos centavos, y disfrutando de la compañía y de la conversación de amigos y vecinos. y ni hablar del escenario típico de una comunidad ribereña o indígena típica de nuestra región: todas las tardes el puerto o la canchita de fútbol son una auténtica fiesta de niños y gentes bañándose, jugando o conversando alegremente ...

No cabe duda de que ese es un aspecto de la calidad de vida que no suelen tener en cuenta quienes evalúan los niveles de desatollo y consideran "muy desarrolladas" a las sociedades que tienen muchos ingresos, casas grandes, y multitud de servicios "modernos" como electricidad, desagüe, agua potable, y "subdesarrolladas" a las restantes. Confunden "nivel de vida" -generalmente asociado meramente con la economía, con los ingresos diarios- con "calidad de vida", asociada más con el real disfrute de las personas de una vida plena en todos los sentidos, incluyendo la satisfacción de las necesidades básicas, claro está.

Ricos y solos



También en Europa se producen terribles dramas de soledad aún en ciudades donde predominan los edificios de apartamentos -y la gente tiene más oportunidades de relacionarse- y se ha gastado mucha tinta al respecto. Se dice que hay ciudades modernas (se me viene a la mente el caso de Ginebra, en Suiza) donde más de un 60% de la población adulta vive sola, en apartamentos individuales, y apenas "salen", para encontrarse con amigos o familiares para tomar unas copas o comer algo, una vez a la semana en promedio. ¿Es esto calidad de vida? Para un loretano ese estilo de vida sería, definitivamente, insoportable. El más lujoso apartamento y mejor abastecido de los alimentos, bebidas y entretenimientos más sofisticados no lograría mitigar el gran drama, el tremendo castigo, de la soledad ...

Las dolencias normalmente asociadas con la infelicidad (depresión, estrés, ansiedad, soledad, angustia ... ) suelen ser mucho más comunes en sociedades opulentas y en clases acomodadas que en sus pares humildes, aunque es obvio que también éstas las padecen. No es una casualidad que en estas opulentas sociedades se produzcan los índices más altos de suicidio del mundo, incluyendo entre jóvenes. Dicen los sicólogos y sociólogos que gran parte de los males "espirituales" que proliferan en las sociedades modernas se deben a problemas de soledad y falta de comunicación y afectividad. Suele decirse que el índice de siquiatras per cápita es un buen indicador (inversamente proporcional, por si acaso) de la salud espiritual y social, y de la calidad de vida de una sociedad. Sociedades "en vías de desarrollo", clases "más desfavorecidas", o culturas "más tradicionales" suelen tener modelos de relacionamiento mucho más humanos (relaciones más a nivel de "persona", no de cargo, título, o estatus social), valoran en general más instituciones como la familia o la comunidad, cultivan mucho las relaciones de parentesco, sanguíneo o político (ej, compadrazgo), y por supuesto de amistad (la collera de amigos, la peña, el grupo del barrio ... ); y, en general, tienen una vida social y familiar mucho, mucho más intensa.


Calidad vs. nivel de vida

Reitero: hay que aprender en distinguir entre calidad y nivel de vida. Hay ricos que tienen una bajísima calidad de vida, en términos de relaciones humanas, disfrute de momentos y espacios gratificantes, y niveles de angustia y estrés, y pobres (pobres extremos, según ciertos estándares economicistas, porque ganan menos de un dólar al día), como algunos pueblos indígenas, que tienen un bajo nivel de vida en términos de consumo de "ciertos" bienes, pero una muy alta calidad de vida en términos de disfrute y satisfacción plena de la mayoría de las necesidades básicas del ser humano, especialmente sociales y espirituales, pero también incluyendo físicas (alimentación, vivienda ... ). El no contar con luz eléctrica o agua "potable" puede significar algo insoportable para un habitante de una ciudad occidental, pero es algo normal y, por supuesto, muy llevadero, para un indígena, que disfruta de su baño vespertino en el río con seguridad mucho más que muchos platasapas en su jacuzzi. No puedo dejar de comparar y juzgar: muchos ricos tendrán más "nivel de vida" (en términos económicos, más ingresos, más servicios, más comodidades, más cosas), pero no más "calidad de vida

Si medimos la calidad de vida por el nivel de satisfacción de las necesidades sentidas como básicas (ojo, no las que dicen los desarrollistas = ingresos, posesiones materiales), me atrevo a decir que buena parte de la gente considerada más humilde disfruta muchos más momentos gratos en la vida, se ríe más y, en definitiva, creo que es más feliz y, por tanto, tiene mejor calidad de vida. Esto es particularmente cierto en muchas de las comunidades indígenas más tradicionales, y también en muchas ribereñas o mestizas, donde la gente en general da muestras de una gran satisfacción y alegría en todo momento (creo que es la gente que más se ríe del mundo).


De nuevo, debemos reconocer que la "pobreza" (entendida aquí en sentido meramente económico) no va ligada automáticamente con la baja calidad de vida, ni la "riqueza" con la alta calidad de vida. Y, de la misma manera, demos admitir que, definitivamente, la felicidad no es ni mucho menos patrimonio exclusivo de sociedades desarrolladas y de clases acomodadas. Casi me atrevo a decir que, en muchos casos al menos, es casi lo contrario. Por algo prevenía Jesús de Nazaret sobre aquéllos que ponen su corazón en tesoros "materiales" que consumen "la herrumbre y el orín": la sed de oro o de dinero es insaciable, aleja habitualmente a los avaros ambiciosos de otras personas y los convierte en viles esclavos -siempre sedientos, siempre recelosos de quienes les rodean, angustiados y temerosos de perder sus riquezas- de sus propias ambiciones y avaricia.

Peor aún es la situación para quienes acumularon riquezas a costa de la explotación de otros, de la injusticia o del crimen: tarde o temprano su conciencia les acosará y el remordimiento no les dejará tranquilos jamás. No debemos olvidar lo que decía Honorato de Balzac: "Detrás de toda gran fortuna hay siempre un crimen". Pero también lo que decía San Agustín: "No es más rico quien más tiene, sino el que menos necesita". Un millonario que se desvela cotidianamente preocupado por sus míseros millones, por la caída de sus acciones en la bolsa, o por pérdidas en su negocio, es con toda seguridad "más pobre" que un indígena que se acuesta tranquilo porque no ambiciona lo que no puede tener, ni vive obsesionado por perder "su fortuna" o "su posición social". No puedo por menos de citar aquí in fragmento del gran Alfred R. Wallace, acerca de la vida de los indígenas amazónicos en el Río Negro a mediados del siglo XIX: ''Antes de vivir como uno de ellos (=occidentales dedicados a acumular oro), prefiero ser aquí un indio, y vivir contento, pescando, cazando y remando en la canoa. Ver crecer a mis hijos, como jóvenes cervatillos, con salud en el cuerpo y paz en la mente. ¡Rico sin riqueza y feliz sin oro!I/lll

No estoy ensalzando la pobreza, por si acaso. El desarrollo económico y la prosperidad contribuyen sin duda alguna a elevar la calidad de vida y son deseables, pero esto no debe ser por encima de todo, y a costa de otros valores y asuntos más importantes. Qué bueno que pudiésemos tener desarrollo económico conservando nuestro estilo de vida, nuestra capacidad de disfrutar del presente y de las cosas sencillas, de la familia, de la amistad, de mucho tiempo libre, como tan bien saben hacer los amazónicos ...

Concluyendo: no es oro todo lo que reluce en las sociedades que llamamos "desarrolladas", y no debemos sentimos tan inferiores --especialmente las comunidades rurales- por carecer de algunas de sus comodidades y adelantos, que tan caros les salen a algunos en términos de "calidad de vida".

Más bien, hay cosas por las que debemos sentimos todavía orgullosos y agradecidos en nuestra quizás "pobre" y "subdesarrollada" región en términos economicistas, pero definitivamente más alegre y "rielona", y en muchos aspectos más plena, que muchos sectores de las opulentas sociedades modernas.

























".


































































martes, 8 de diciembre de 2009

CABOALES DE ABAJO


Una foto representativa de la Tradicional Procesión que se realiza en las fiestas de San Bartalo en Caboalles de Abajo; en la misma, podemos ver algunas de las autoridades que representan al Pueblo.
AÑO 2010